martes, 28 de junio de 2016

FELICES SUEÑOS

Buenos días, hoy un consejo positivo para nuestra salud y nuestras vidas:

Cómo mejorar los problemas de sueño fácilmente en 5 pasos

El sueño es fundamental para el buen funcionamiento de nuestro organismo, y sobre todo para disfrutar generalmente de una buena salud. Por ello es importantísimo dormir, y especialmente dormir bien. Se convierte de hecho en una función vital al ser imprescindible, al ayudar a reparar nuestro cuerpo cada día, es fundamental para asegurar la vigilia y mantenernos despiertos al día siguiente.

Y, sobre todo, se convierte en algo que desde un punto de vista fisiológico es simplemente tan fundamental como necesario. ¿Por qué? Muy sencillo: regula los biorritmos y garantiza el correcto equilibrio entre las diferentes exigencias biológicas internas (de nuestro propio organismo) y el medio exterior (aquello que nos rodea).

Por este motivo durante el sueño profundo se produce la restauración física de nuestro cuerpo, y durante el sueño REM adquiere importancia la función cognitiva, que tiene que ver con los procesos de aprendizaje, de memoria y de concentración; es decir, queda “almacenado” en nuestro cerebro todo aquello que hemos aprendido a lo largo del día, y finalmente nos quedamos con lo que nuestro propio organismo cree que es importante.

En muchas ocasiones se tiende a decir que lo más adecuado es dormir entre 6 a 8 horas. De hecho, hace algunos años un estudio llevado a cabo por la American Cancer Society y publicado en el Wall Street Journal aseguraba que lo mejor era dormir 7 horas cada noche. Sin embargo, la National Sleep Foundation de Estados Unidos aseguraba que, en realidad, no son necesarias un mínimo de horas cada noche, sino que nuestro propio reloj interno es el que influye directamente en la regulación de nuestro sueño (lo que desde un punto de vista científico es conocido como ritmo circadiano).

Así, hace algunos años Gemma Paech, investigadora de la Universidad de South Australia, confirmaba en un artículo publicado en The Conversation que factores tanto internos como externos son los que influyen en las variaciones individuales del sueño y su duración.

Respecto a los factores internos, debe tenerse en cuenta la genética, que tiene una repercusión casi vital en el ciclo del sueño. Esto hace que hayan personas que necesiten dormir en ciclos más cortos y otros en más largos, al igual que hay personas más activas por la mañana o por la noche.

Respecto a los factores externos, se deben tener en cuenta otros agentes como el estrés y la ansiedad que pueden influir en los problemas para conciliar el sueño, el cansancio y la actividad tanto física como mental.

5 pasos para mejorar la calidad del sueño fácilmente

En este sentido Paech ofrece un total de 5 pasos que podrían ser de grandísima utilidad para mejorar los problemas de sueño que podamos tener, así como mejorar la calidad del mismo si tendemos a no descansar lo suficiente o lo recomendado.

1. Vete a dormir cuando estés cansado

Es bastante probable que ya te hayas percatado de que si te vas a la cama porque se ha hecho tarde pero sin embargo te encuentras activo/a y no te sientes cansado, terminarás por dar vueltas en la cama y perder el tiempo.

¿Lo mejor? Irte siempre a la cama cuando estés cansado/a, aunque sea temprano.

2. Hazte con un diario de sueño

Es una opción muy útil que te ayudará a conocer tus ritmos de sueño. En él debes apuntar a qué hora te has ido a dormir y a qué hora te has levantado.

También es recomendable apuntar cuántas veces te has despertado a lo largo de la noche y, tras haberte levantado, cómo te has sentido a lo largo del día siguiente. Estas dos cuestiones te ayudarán a conocer la calidad del sueño.

3. Evita el despertador

¿Quién no odia el despertador cuando su alarma suena por la mañana justo en el momento en el que estábamos más dormidos?. Al comienzo puede ser algo complicado, pero esta investigadora aconseja evitar el despertador para levantarnos al día siguiente.

Una opción útil es empezar durante las vacaciones, para evitar quedarnos dormidos. Luego si siempre tiendes a despertarte a las mismas horas tu organismo se acostumbrará y no necesitarás más el despertador.

4. Mantén ciclos regulares de sueño

Debes tratar siempre de mantener unos ciclos regulares de sueño. ¿Y cómo se consigue esto? Al comienzo puede ser complicado, pero basta con tratar de dormir en una habitación tranquila donde ningún ruido nos despierte, irnos a la cama evitando distracciones antes de dormir como la televisión o el teléfono móvil, y tratar de cenar ligero.

5. Durante el día disfruta del sol

Si cada día disfrutas de la luz solar tu organismo se acostumbrará a tener luz por el día y oscuridad por la noche, algo que influye directamente en la calidad del sueño. Es lo que se conoce como señales externas, y nos ayudan a indicar el trascurso del tiempo.

De hecho, cuando se pierde esta percepción se tiende a que nuestros horarios terminen por no estar sincronizados.


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